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ESTO SE HA ESCRITO Y TU LO TIENES QUE LEER

SELECCIÓN de Jodete Merkel

28 de diciembre de 2016

La huella de la milana

"Entre octubre y diciembre de 1983 se rueda en Alburquerque una de las películas más taquilleras del cine español, Los Santos Inocentes

Un relato mítico que ha terminado convirtiéndose no sólo en la representación de la España rural de los años 60, sino en el símbolo más certero de la historia de Extremadura

Esta es una película que trata de opresores y de oprimidos. Aquí no se habla de proletariado ni de revolución pero la obra es uno de los alegatos más contundentes que se han hecho para denunciar la tiranía de clase"

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Texto completo en:
http://www.eldiario.es/eldiarioex/sociedad/huella-milana_0_595291153.html



En apenas unos años las condiciones de vida han empeorado hasta el punto de que sabemos que ya vivimos y viviremos peor que nuestros padres y madres. Nos tratan como mercancías en un mercado laboral cada vez más desregulado, con nuestras vidas cada vez más a la intemperie. Avanza la precariedad, se asientan las privatizaciones y los recortes de servicios públicos, se machacan impunemente derechos básicos.

Hemos pasado de escandalizarnos por ser mileuristas a alegrarnos de lograr un trabajo de 700€ en jornadas laborales de hasta 40 horas. La alternativa es el paro: seguimos en tasas escandalosas del 20%, casi la mitad de larga duración (más de dos años). Los sueldos que se han expandido en esta crisis impiden una vida digna, pagar una vivienda y otros gastos básicos de subsistencia, por no hablar del ocio y la cultura.

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IU- Las Rozas
15/01/2017

Texto completo en:

http://www.izquierda-unida.es/node/16381

La controversia favorable: una crítica al errejonismo.

Partiendo de los míticos seleccionadores argentinos Menotti y Bilardo, el autor analiza la estrategia del secretario político de Podemos: “No está sabiendo leer la necesidad de una convergencia más allá de lo electoral y está dando un balón de oxígeno al sistema político del 78 con sus repliegues institucionales”.

18 enero 2017
07:00


Daniel Bernabé

Menotti y Bilardo fueron algo más que dos entrenadores, que los seleccionadores que llevaron a Argentina a ganar sus únicas Copas del Mundo en 1978 y 1986. Durante décadas mantuvieron un antagonismo convertido en escuela, en filosofía de vida más allá del fútbol. Menotti, flaco, fumador, de simpatías izquierdistas, apostaba por un juego al ataque en el que debía participar todo el equipo, donde el balón había que tenerlo y mimarlo durante todo el encuentro. Por contra para Bilardo, el narigón, el doctor, la victoria era consecuencia de buscar la puerta del rival sin importar otras consideraciones, ni siquiera morales, según explican las estrafalarias leyendas asociadas a su persona. Lo interesante de esta historia es que el debate, al menos en los medios españoles, se planteó de una forma parcial cuando no falsa, una que venía a decir que mientras que los equipos de Bilardo jugaban feo pero ganaban, a los de Menotti les daba igual el resultado mientras que jugaran bien.

Recordando esta rivalidad me ha sido difícil no pensar en la campaña previa a Vistalegre 2, no tanto porque los candidatos pudieran representar el choque filosófico de los entrenadores, sino sobre todo porque la forma en que la facción errejonista ha planteado la contienda recuerda a esa falsa elección, que tanto daño hizo al fútbol, entre ganar y jugar bien. De las múltiples habilidades del secretario político de Podemos brilla por encima de todas la capacidad de construir escenarios de controversia favorables, o dicho de otra forma, no es tan importante la explicación de las ideas propuestas como la unión artificial de esas ideas a unas categorías positivas que además marcan negativamente al rival. Cuando Errejón dice que él quiere a un Podemos ganador, no sólo se apropia de algo que se supone obvio, sino que señala a sus adversarios con el estigma de la derrota.

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Texto completo en: http://www.lamarea.com/2017/01/18/la-controversia-favorable-una-critica-al-errejonismo/

Mal rato


ISAAC ROSA

Eres Rodrigo Rato. Sí, tú. Querrías no serlo, en este momento más que nunca. Pero eres Rodrigo Rato. Si te giras, ahí está tu reflejo en la puerta acristalada del restaurante. No es que necesites comprobar tu propia identidad, sólo quieres ver tú también lo que ven quienes ahora pasan por esta calle. Ahí estás, inconfundible, con cara de apertura de telediario, un rostro demasiado conocido y con ese aura magnética propia de todo famoso, que atrae las miradas incluso cuando no lo reconocen. No es tu caso: claro que te reconocen. Has olvidado las gafas de sol en la mesa, y no es buena idea volver a entrar. Mejor que en la puerta del restaurante, puedes verte reflejado en los ojos de quienes al pasar ralentizan la marcha, te miran sin disimulo, giran la cabeza, comentan con sus acompañantes, señalan, te señalan. “¡Es Rodrigo Rato!”
¿Dónde está el coche? Y sobre todo, ¿dónde está tu escolta? Lo del chófer lo disculpas, es una calle con un solo carril y no hay aparcamiento a la vista, estará en una calle próxima, o en un parking, escuchando el fútbol o haciendo esos estúpidos sudokus. Pero el escolta, qué hace que no está en la puerta, o en la acera de enfrente, o como muy lejos en un bar próximo del que ya debería haber salido al verte ahí, detenido en la puerta del restaurante, con la gabardina en el brazo y esa expresión de urgencia. No es la primera vez que se despista, que da por hecho que una comida durará lo suficiente como para acercarse a un centro comercial próximo, a comprar cualquier mierda, y te obliga a llamarlo como ahora. Llamarlo. El teléfono. ¿Dónde…? ¿Quedó ahí dentro, sobre la mesa? Te giras para buscar tu mesa, la que acabas de dejar a la carrera y sin haber probado ni el primer plato, pero el cristal te devuelve tu mirada nerviosa.

Volver adentro no es buena idea, ni siquiera estás seguro de que el teléfono esté ahí, que siga ahí, que no lo haya cogido al descuido algún camarero o uno de esos hijos de puta que te jodieron la comida antes de empezar. En cuanto aparezca el escolta llamarás a la compañía para que bloqueen el terminal, pero para eso primero debe regresar tu protector, y no lo distingues entre los muchos que circulan por esta calle comercial y te miran con incredulidad, incluso sacan el teléfono para fotografiarte. Tienes que moverte cuanto antes, pasmarote. Como no ves el interior del restaurante, imaginas a los clientes también fotografiándote desde sus mesas, tuiteando la imagen del gran hombre desvalido en la pecera, los camareros y hasta el maître uniéndose a la chanza.

Empezaron apenas entraste, confirmando la inquietud que sentiste cuando el coche te dejo hace unos minutos a la puerta y viste la fachada, la calle, el barrio. Un restaurante que no conoces, muy recomendado pero territorio inexplorado para ti, mal lugar para una cita, sobre todo cuando el maître te dijo que no disponían de reservado, que la mesa a tu nombre era esa, en un lateral de un comedor lleno. Te tranquilizó ver tanta corbata, gente de negocios, no tan proclive a la fácil demagogia y al linchamiento como aquellos cretinos que hace unas semanas te persiguieron por el aeropuerto al bajar de un avión. Unos graciosos, que se cobraron como trofeo varios vídeos pronto viralizados, en los que aparecía el gran hombre acelerando el paso como un cervatillo. Aquí no, en principio no te pareció un territorio hostil, pese al silencio que atronó a tu llegada: todas las cabezas se giraron hacia ti, con asombro, sonrisas de reconocimiento, codazos. Te sentaste a la mesa y, mientras esperabas a tu compañero de almuerzo, te refugiaste en el teclado del teléfono para no cruzar la mirada con quienes murmuraban el único tema de conversación posible. No sabes quién fue el primero, qué más da. De pronto un tipo levantó la voz y soltó, con entonación graciosa: “Alguien ha arruinado un banco… Y no me gusta señalar”. Todos se unieron en carcajada, y para confirmar que conocían el viejo chiste de Gila, en seguida hubo réplicas desde otras mesas: “Alguien ha defraudado a Hacienda… Y no me gusta señalar.” “Alguien viaja mucho a Suiza… Y no me gusta señalar”. Así siguieron otras ocurrencias, apenas audibles bajo las carcajadas, mientras tú fingías absurdamente estar pendiente del teléfono. “Camarero, ¿aquí se puede pagar con tarjeta Black?”, preguntó un chistoso, y ya no tenía sentido aguantar más, era el momento de retirarse, no sin antes dar un sorbo de dignidad al vaso de agua, para después levantarte despacio y caminar hacia la salida sin apariencia de fuga, con paso calmo entre los abucheos. Y ahí sigues, en la puerta.

Descartado buscar refugio en el restaurante, das unos pasos cortos hacia la derecha. No piensas alejarte, el conductor y el escolta te buscarán en el restaurante, es sólo moverte, dejar de ser el pez en la pecera para burla de los comensales e intentar que en movimiento tu rostro sea menos reconocible para quienes no sólo te señalan y comentan, sino que han empezado a seguirte. Mientas caminas despacio por la acera, de reojo un escaparate te descubre que ya hay una decena en espontáneo tropel tras tus pasos, con los teléfonos preparados para cuando te gires.

Ya no eres tú quien toma las decisiones, son tus piernas las que reciben la atávica descarga de adrenalina desde el sistema nervioso, la orden para preparar la huida, por ahora contenida en una aceleración del paso, espaciar la zancada, lo que sólo sirve para convencer a los indecisos, los que aun dudaban de si tú eres realmente quien pareces o es sólo un desdichado parecido físico, pero sí, es él, Rodrigo Rato, qué hace aquí, a dónde va, espera granuja, que no te hacemos nada, cuidado con las carteras que hay un ladrón cerca. Risas. Giras la primera esquina y esos dos segundos en que dejan de verte te anima a correr, pero correr hacia dónde, sólo empeoraría la situación, alimentaría más sus ganas de seguirte, no corres pero aprietas un poco más el paso, la nueva calle tiene más tráfico y buscas una luz verde de taxi. La calle tiene también más peatones, que al cruzarse contigo, ahora además alertados por el revuelo a tu espalda, se detienen pasmados, buscan deprisa la cámara del teléfono, algunos se unen a la comitiva mientras tú prosigues tu caminata ya al límite de la carrera. Sigue sin aparecer el taxi que te salve.

No tiene sentido prolongar la persecución, ni alejarte aún más del punto de recogida, así que al girar otra esquina te cuelas en el primer local. En un primer vistazo reconoces una de esas tiendas de conveniencia que llaman “chinos”. Al menos confías en que la nacionalidad del propietario lo tenga al margen de la actualidad española. Que no te conozca. Avanzas hacia el fondo, das los buenos días al chino, que no ha levantado la vista del televisor, y te detienes en un estante como quien busca algo que necesita. Son productos de limpieza, detergentes baratos, imaginas la foto resultante si alguno de los perseguidores entrase móvil en mano: el gran hombre, rodeado de chismes de plástico y juguetes made in China, mira con atención un friegasuelos de menos de un euro la botella.

Te tranquilizas al ver que nadie más entra en la tienda. Hay revuelo a la puerta, oyes voces, cuánto aguantarán, se darán por vencidos o pedirán refuerzos, avisarán a las televisiones, lo que daría un productor de informativos por estas imágenes: el exministro, el padre del milagro español, el jefazo del Fondo Monetario Internacional, el ex banquero, el juguete roto, el chivo expiatorio que todos necesitan, el enemigo público, el gran villano, mírenlo ahí, acorralado en un chino, como un animalito asustado.

“¿Puede dejarme usar su teléfono?”, preguntas al dueño, que se ha girado hacia ti con una bolsa de plástico en la mano, el gesto mecánico con que pensaba recibir la litrona o la bolsa de patatas. “Teléfono, por favor”, vocalizas con claridad, ayudando la comunicación con un gesto universal de mano haciendo auricular en la oreja. El chino te señala unas tarjetas de prepago colgadas de la pared, en el momento en que entra una mujer en la tienda. Es joven, no tiene aspecto de linchadora sino de madre que ha bajado a buscar el ingrediente que le falta para la comida. Sin embargo, tras un vistazo a la nevera, saca en gesto rápido el teléfono y apunta hacia ti, mientras desde la calle llegan gritos de aprobación. “¿Hay alguna puerta trasera?”, urges al chino, y qué tonterías se te ocurren, una puerta trasera peliculera que dé a un callejón con cubos de basura, desde el que trepar por una escalera de incendios y huir por los tejados. Claro que no, ni siquiera hace falta que te conteste el de la tienda, la chica ya ha salido y habrá compartido tu pregunta con los demás, esas risas lo confirman.
¿Y ahora qué? ¿Cómo sales de aquí? ¿Echas a correr hacia la calle y no paras hasta encontrar a tu chófer, a tu escolta, a un taxi, hasta alcanzar tu portal o caer antes infartado en la acera? ¿Te quedas aquí hasta que se aburran y se vayan? ¿Hasta que te saquen a rastras? ¿Llamas a la policía? ¿Y qué les dices, si nadie te ha puesto un dedo encima, nadie te ha empujado a entrar, nadie te ha amenazado? ¿Les dices que tienes miedo?

Texto completo en el libro de relatos de Isaac Rosa "Welcome" editado por LaMarea.com

TE LO DIGO YO

sábado, 22 de junio de 2013

Nada se pierde.................. (Por ahora)

Hace algún tiempo que tengo abandonado el blog. Me cuesta escribir sobre asuntos “serios” aunque sea desde el punto de vista del humor. Me hastía el día a día de Españistán, las constantes corrupciones en todos y cada uno de los estamentos de la sociedad del país. Y la situación internacional no es mucho mejor, guerras, protestas de pobres cada vez mas pobres, discursos vacíos, políticos y oligarcas avariciosos dispuestos a todo por mantenerse en el poder, podredumbre social allá donde mires. Estoy saturado.

No es que vaya a dejar de interesarme por la situación  social, económica, laboral de mis conciudadanos, pero voy a dejar de dar mis opiniones en este blog durante un tiempo al menos. Soy consciente de que nada importante se pierde el mundo por mi decisión, son escasísimos los seguidores declarados del blog y prácticamente inexistentes los comentarios a mis post.
 
Sigo necesitando expresar experiencias, ideas y sucedidos, pero necesito cambiar de asuntos, ocuparme en mis "tonterías" personales durante un tiempo. Por lo pronto este post será el último hasta después del verano, allá por finales de septiembre, salvo que sufra una necesidad imperiosa de sacarme de encima algún veneno inoculado.

Como guinda y para rellenar espacio, os dejo algunas:

"Tontunas sembradas".


Suicidio.

Un psiquiatra se queja del tratamiento sensacionalista y la excesiva atención que presta la prensa al aumento de los suicidios en este tiempo de crisis. A este psiquiatra habría que preguntarle por el retrato psicosocial de los suicidas del tiempo de bonanza económica en comparación con el de los suicidios como consecuencia de la crisis. Quizá entonces no hablaría de "sensacionalismo" y vería la gran relevancia social del problema, familias destrozadas por la presión de una economía capitalista salvaje, cuyos miembros no consiguen ver otra salida que acabar con su vida e incluso la de sus familiares. Dudo mucho de que si se hubiera tomado la molestia de hacer la comparación psicosocial de los, según el “masivos” suicidios en la riqueza con los para él "escasos" suicidios de esta época de chantaje y aplastamiento social hubiera opinado lo mismo, ¿o quizá si?, porque tal vez no le interese hacer la comparación puesto que parece que no busca la verdad si no el enmascaramiento interesado del problema, ¿no le parece doctor?

Siervos.

Los "bastardos del Rey", esos servidores inquebrantables de los Borbones dispuestos a mentir, a morir y linchar por su rey. Siempre dispuestos a vociferar en nombre de su señor que esta o aquella noticia o comentario no tienen fundamento y apoyo, que son producto de la ignorancia, de la maledicencia de los que envidian la alcurnia Real, listos para defender hasta la muerte la legalidad de las “supuestas” apropiaciones de bienes que no les pertenecen por parte del borbonato. Que se llamen Sofía o Juan Carlos, Cristina o Iñaki, Felipe o Letizia, Elena, Pilar o Margarita,  quienes  protagonicen noticias de presuntos engaños, corruptelas o apropiaciones, es cuando menos intrascendente para ellos, lo importante es la defensa de la institución a toda costa sea cual sea el “presunto” delito cometido, el engaño o  la extravagante payasada cometida por cualquiera de los reales miembros.

Viajes en diligencia.

Yo confieso. He eliminado a familiares en 1er. y 2º grado, me he casado y divorciado varias veces, he engendrado decenas de hijos, he cambiado de vivienda una semana si y otra también, me he apareado con mujeres y hombres, comido y dormido en los sitios mas sucios y contaminados que he podido encontrar, me he autolesionado, cercenado miembros y clavado cuchillos. Y todo para poder engañar como cualquier trabajador de Españistán sin escrúpulos a mi santo jefe, obligándole a concederme continuamente permisos por defunción, por matrimonio, por nacimiento de hijos, mudanzas por cambio de vivienda, bajas por haber pillado voluntariamente todo tipo de enfermedades y sufrido constantes accidentes. He sido un trabajador terriblemente egoísta que nunca ha reflexionado sobre el mal que hacia. Lo siento mucho, no volverá a ocurrir.

¿Qué es la economía?

Desde Aristóteles se sabe que la economía es Praxis: Saber práctico encaminado al logro de un saber para guiar la conducta hacia una acción propiamente humana en cuanto racional, la Ética, la Política, la Retórica y la Económica. Vamos que desde la Grecia Clásica para acá siempre se ha sabido que la economía no era una ciencia, todo lo más una disciplina formal dirigida a ordenar y/o experimentar comportamientos humanos. La ciencia es mucho más, es otra cosa.

De no ser por el omnímodo poder que se les ha otorgado a los seguidores, acólitos y seminaristas de las cuasi religiosas doctrinas económicas, a base de triquiñuelas e históricos engaños, su estatus paracientífico en nuestra sociedad seria similar al de contables y administradores de fincas. Pero ellos proclaman detentar el poder de la verdad eterna, sacerdocio que ejercen para mayor gloria de sus amos terrenales. Son los directores financieros de sus señores, y se arrogan un poder omnímodo, pero de ahí a que sean científicos, ¡una mierda! Con perdón.

Legalidad y justicia.

La relación entre ley vigente y por tanto legal, y lo que es efectivamente justo y respetuoso con los derechos fundamentales del ciudadano, es demasiadas veces maliciosa y arbitraria, y arremete a menudo contra los derechos más básicos, careciendo de respeto por las certezas morales y éticas de la población. Hubo un tiempo y país donde una ley vigente y legal hacia que el ser judío, gitano, polaco, etc. te privara de tener cualquier derecho, incluso el de la vida, ¿era eso justicia?

El aforamiento es legal pero dista mucho de ser justo, es parte de la herencia envenenada de la España predemocrática que coloco a los políticos por encima del resto de la ciudadanía, ofreciéndoles una patente de corso para ejercer con mayor facilidad e impunidad corruptelas de todo tipo al amparo de su privilegiada condición.

Militancia joven.

¿Que pasa con las “secciones juveniles” de los partidos corruptos? Se que el problema no es de la militancia como no es del bautismo en si, el hedor a podrido surge de ciertos partidos donde se milita y de la iglesia donde te bautizas. ¿Tiene derecho la juventud griega a militar en Amanecer Dorado, los jóvenes franceses en el Frente Nacional de Le Pen, hay que asumir que jóvenes de Euskadi militen en ETA? Ya se, me dirán que no es comparable, pero creo que este momento partidos como PP, PSOE o CiU, por poner algunos ejemplos, no tienen ninguna legitimación ética, su podredumbre es puesta de manifiesto cada día un poco más, roban, estafan y se apropian de la riqueza del estado sin vergüenza alguna. Yo no se vosotros pero yo no quiero a mi hijo militando en las juventudes de ninguna de esas corruptas organizaciones.

Aun somos un homínido cubierto de pieles.

El homo sapiens como homínido omnívoro que es, tiene la capacidad de elegir, en los países desarrollados, su forma de alimentarse. Puede elegir ser omnívoro-carnívoro, vegetariano o vegano, sin que la elección le haga mejor o peor en términos generales.
 
Otro asunto muy diferente es el de matar no para comer, que puede ser criticable pero tiene una base biológica y nutricional, sino por “deporte” o para lucir sobre el cuerpo la piel muerta de animales, criados en cautividad y en pésimas condiciones, y ser mostrados como nivel de estatus social. Que se utilice la piel de animales destinados al consumo humano como vacas, ovejas, cerdos, conejos, etc. puede tener una justificación social basada en no desperdiciar ninguna parte del animal sacrificado, pero sin duda la crianza y sacrificio de animales, en su mayor parte no domesticados, para la exhibición social de sus pieles no es tolerable ni humanamente ético y debe de ser prohibido cuanto antes.

Si queremos llamar la atención siempre podemos hacernos un traje de filetes a lo "lady gaga", si somos omnívoros o de filetes a base de tofu si fuéramos vegetarianos. Lo demás es matar por el placer de hacerlo y exhibir los frutos de nuestra barbarie.

Nacionalismo.

Todo nacionalismo, tenga o no su propio Estado, es profundamente reaccionario, "Es contradictorio que partidos políticos que han convertido la idea de la igualdad en uno de los pilares centrales de su discurso hayan asumido el nacionalismo.", la pregunta es ¿donde queda el internacionalismo consustancial a la izquierda? Una cosa es el respeto a la autodeterminación de los pueblos, a la que se ha de tener siempre derecho por elección popular y otra muy diferente el nacionalismo excluyente y "egoísta" sea español, vasco, andaluz o catalán. Los Nacionalismos utilizan las fronteras físicas, lingüísticas, la identidad cultural como barreras insalvables para el que es “diferente”. La diversidad es buena, necesaria y enriquecedora, y ser diferente un derecho, pero creer o querernos hacer creer que el nacionalismo es la única forma de defender la diversidad es una falacia estupida e interesada.

Huelgas perjudiciales.

Las huelgas nos perjudican a nosotros los desfavorecidos, los olvidados, los sin trabajo, los impedidos, los despedidos, los por despedir, los altos, los bajos, los gordos, a hombres, mujeres y niños, a todos menos a ellos que se pasaran una vez más nuestro clamor publico por la entrepierna, mientras los más afortunados, sufriremos descuentos en nuestras ya menguadas nominas. Que quede claro, la huelga es un esfuerzo del trabajador, de la ciudadanía por hacerse oír ante políticos sordos, y es a nosotros y solo a nosotros a quienes supone esfuerzo y perjuicio su realización, pero lo hacemos por dignidad y por solidaridad, para defendernos de su violencia económica e institucional.

Reflexión.

Yo soy más de tradiciones francesas, como el paté,
el invento de los hermanos Lumiere, la guillotina y esas cosas.........

Ostracismo.

La salvación del PSOE pasa por el ostracismo ciudadano en las urnas durante un lustro al menos, y que mientras tanto hagan una renovación de abajo a arriba que acabe con la superestructura de inamovible mediocridad política y social que hoy lo invade.
 
Speaking english.

Hay un cateto en la Corte de Sant James, Federico Trillo. Dicen que brilla ante el Foreign Office, tratando de entender lo que le dicen los “guiris” sin saber una pizca de su bárbaro idioma.

Preferentes.

Es curioso leer algunos comentarios en los que se acusa a los estafados con las preferentes de ser cómplices necesarios del engaño. O lo que seria acusar a la victima de un robo de tener objetos de valor en casa y por tanto ser cómplice necesario del robo, al herido por un mameluco borracho de ser culpable de lo que le ocurre por salir de casa, o la abuela atracada a la salida del mercado de ir provocando con su debilidad evidente fruto de su avanzada edad que impulsa al delincuente a darle el “tirón”, y un largísimo etc.

A la vista de la documentación aportada y de los comportamientos de los bancarios en las sucursales, queda claro que estamos ante una estafa promovida con conocimiento por la dirección del banco y seguida a pies juntillas por los bancarios, una veces con ignorancia dolosa por su parte, al no preocuparse de conocer que es lo que estaba vendiendo y de como afectaba a sus clientes, otras conociéndolo y mirando a otro lado al engañar a aquellos que confiaban en ellos. Ahora se excusan diciendo que pensaban  que a lo mejor todo iría bien y todos podrían haber  salido ganando, pero  al final los que han ganado han sido ellos con sus "bonus" por cumplir los objetivos marcados sin hacer preguntas molestas.

¿IV Reich?

Quizá Merkel, no sea la culpable directa de la crisis social y económica, pero los suyos, los neoliberales al mando de las instituciones financieras mundiales, de los bancos depredadores, si lo son. Desde su puesto de poder en la economía más poderosa de Europa y con la inestimable colaboración del FMI y el BCE, es responsable de la destrucción sistemática de la sociedad europea en aquellos países que, en aras de sus intereses económicos, han de ver como se destruye el incipiente estado del bienestar, solo para beneficio de sus correligionarios neoliberales. El actual gobierno alemán esta en “guerra” con aquellos estados que sus estrategias neoliberales han marcado como sacrificios necesarios para edificar sobre el sufrimiento inflingido a sus ciudadanos el IV Reich, para mayor gloria de su religión Neocon.

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