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ESTO SE HA ESCRITO Y TU LO TIENES QUE LEER

SELECCIÓN de Jodete Merkel

28 de diciembre de 2016

La huella de la milana

"Entre octubre y diciembre de 1983 se rueda en Alburquerque una de las películas más taquilleras del cine español, Los Santos Inocentes

Un relato mítico que ha terminado convirtiéndose no sólo en la representación de la España rural de los años 60, sino en el símbolo más certero de la historia de Extremadura

Esta es una película que trata de opresores y de oprimidos. Aquí no se habla de proletariado ni de revolución pero la obra es uno de los alegatos más contundentes que se han hecho para denunciar la tiranía de clase"

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Texto completo en:
http://www.eldiario.es/eldiarioex/sociedad/huella-milana_0_595291153.html



En apenas unos años las condiciones de vida han empeorado hasta el punto de que sabemos que ya vivimos y viviremos peor que nuestros padres y madres. Nos tratan como mercancías en un mercado laboral cada vez más desregulado, con nuestras vidas cada vez más a la intemperie. Avanza la precariedad, se asientan las privatizaciones y los recortes de servicios públicos, se machacan impunemente derechos básicos.

Hemos pasado de escandalizarnos por ser mileuristas a alegrarnos de lograr un trabajo de 700€ en jornadas laborales de hasta 40 horas. La alternativa es el paro: seguimos en tasas escandalosas del 20%, casi la mitad de larga duración (más de dos años). Los sueldos que se han expandido en esta crisis impiden una vida digna, pagar una vivienda y otros gastos básicos de subsistencia, por no hablar del ocio y la cultura.

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IU- Las Rozas
15/01/2017

Texto completo en:

http://www.izquierda-unida.es/node/16381

La controversia favorable: una crítica al errejonismo.

Partiendo de los míticos seleccionadores argentinos Menotti y Bilardo, el autor analiza la estrategia del secretario político de Podemos: “No está sabiendo leer la necesidad de una convergencia más allá de lo electoral y está dando un balón de oxígeno al sistema político del 78 con sus repliegues institucionales”.

18 enero 2017
07:00


Daniel Bernabé

Menotti y Bilardo fueron algo más que dos entrenadores, que los seleccionadores que llevaron a Argentina a ganar sus únicas Copas del Mundo en 1978 y 1986. Durante décadas mantuvieron un antagonismo convertido en escuela, en filosofía de vida más allá del fútbol. Menotti, flaco, fumador, de simpatías izquierdistas, apostaba por un juego al ataque en el que debía participar todo el equipo, donde el balón había que tenerlo y mimarlo durante todo el encuentro. Por contra para Bilardo, el narigón, el doctor, la victoria era consecuencia de buscar la puerta del rival sin importar otras consideraciones, ni siquiera morales, según explican las estrafalarias leyendas asociadas a su persona. Lo interesante de esta historia es que el debate, al menos en los medios españoles, se planteó de una forma parcial cuando no falsa, una que venía a decir que mientras que los equipos de Bilardo jugaban feo pero ganaban, a los de Menotti les daba igual el resultado mientras que jugaran bien.

Recordando esta rivalidad me ha sido difícil no pensar en la campaña previa a Vistalegre 2, no tanto porque los candidatos pudieran representar el choque filosófico de los entrenadores, sino sobre todo porque la forma en que la facción errejonista ha planteado la contienda recuerda a esa falsa elección, que tanto daño hizo al fútbol, entre ganar y jugar bien. De las múltiples habilidades del secretario político de Podemos brilla por encima de todas la capacidad de construir escenarios de controversia favorables, o dicho de otra forma, no es tan importante la explicación de las ideas propuestas como la unión artificial de esas ideas a unas categorías positivas que además marcan negativamente al rival. Cuando Errejón dice que él quiere a un Podemos ganador, no sólo se apropia de algo que se supone obvio, sino que señala a sus adversarios con el estigma de la derrota.

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Texto completo en: http://www.lamarea.com/2017/01/18/la-controversia-favorable-una-critica-al-errejonismo/

Mal rato


ISAAC ROSA

Eres Rodrigo Rato. Sí, tú. Querrías no serlo, en este momento más que nunca. Pero eres Rodrigo Rato. Si te giras, ahí está tu reflejo en la puerta acristalada del restaurante. No es que necesites comprobar tu propia identidad, sólo quieres ver tú también lo que ven quienes ahora pasan por esta calle. Ahí estás, inconfundible, con cara de apertura de telediario, un rostro demasiado conocido y con ese aura magnética propia de todo famoso, que atrae las miradas incluso cuando no lo reconocen. No es tu caso: claro que te reconocen. Has olvidado las gafas de sol en la mesa, y no es buena idea volver a entrar. Mejor que en la puerta del restaurante, puedes verte reflejado en los ojos de quienes al pasar ralentizan la marcha, te miran sin disimulo, giran la cabeza, comentan con sus acompañantes, señalan, te señalan. “¡Es Rodrigo Rato!”
¿Dónde está el coche? Y sobre todo, ¿dónde está tu escolta? Lo del chófer lo disculpas, es una calle con un solo carril y no hay aparcamiento a la vista, estará en una calle próxima, o en un parking, escuchando el fútbol o haciendo esos estúpidos sudokus. Pero el escolta, qué hace que no está en la puerta, o en la acera de enfrente, o como muy lejos en un bar próximo del que ya debería haber salido al verte ahí, detenido en la puerta del restaurante, con la gabardina en el brazo y esa expresión de urgencia. No es la primera vez que se despista, que da por hecho que una comida durará lo suficiente como para acercarse a un centro comercial próximo, a comprar cualquier mierda, y te obliga a llamarlo como ahora. Llamarlo. El teléfono. ¿Dónde…? ¿Quedó ahí dentro, sobre la mesa? Te giras para buscar tu mesa, la que acabas de dejar a la carrera y sin haber probado ni el primer plato, pero el cristal te devuelve tu mirada nerviosa.

Volver adentro no es buena idea, ni siquiera estás seguro de que el teléfono esté ahí, que siga ahí, que no lo haya cogido al descuido algún camarero o uno de esos hijos de puta que te jodieron la comida antes de empezar. En cuanto aparezca el escolta llamarás a la compañía para que bloqueen el terminal, pero para eso primero debe regresar tu protector, y no lo distingues entre los muchos que circulan por esta calle comercial y te miran con incredulidad, incluso sacan el teléfono para fotografiarte. Tienes que moverte cuanto antes, pasmarote. Como no ves el interior del restaurante, imaginas a los clientes también fotografiándote desde sus mesas, tuiteando la imagen del gran hombre desvalido en la pecera, los camareros y hasta el maître uniéndose a la chanza.

Empezaron apenas entraste, confirmando la inquietud que sentiste cuando el coche te dejo hace unos minutos a la puerta y viste la fachada, la calle, el barrio. Un restaurante que no conoces, muy recomendado pero territorio inexplorado para ti, mal lugar para una cita, sobre todo cuando el maître te dijo que no disponían de reservado, que la mesa a tu nombre era esa, en un lateral de un comedor lleno. Te tranquilizó ver tanta corbata, gente de negocios, no tan proclive a la fácil demagogia y al linchamiento como aquellos cretinos que hace unas semanas te persiguieron por el aeropuerto al bajar de un avión. Unos graciosos, que se cobraron como trofeo varios vídeos pronto viralizados, en los que aparecía el gran hombre acelerando el paso como un cervatillo. Aquí no, en principio no te pareció un territorio hostil, pese al silencio que atronó a tu llegada: todas las cabezas se giraron hacia ti, con asombro, sonrisas de reconocimiento, codazos. Te sentaste a la mesa y, mientras esperabas a tu compañero de almuerzo, te refugiaste en el teclado del teléfono para no cruzar la mirada con quienes murmuraban el único tema de conversación posible. No sabes quién fue el primero, qué más da. De pronto un tipo levantó la voz y soltó, con entonación graciosa: “Alguien ha arruinado un banco… Y no me gusta señalar”. Todos se unieron en carcajada, y para confirmar que conocían el viejo chiste de Gila, en seguida hubo réplicas desde otras mesas: “Alguien ha defraudado a Hacienda… Y no me gusta señalar.” “Alguien viaja mucho a Suiza… Y no me gusta señalar”. Así siguieron otras ocurrencias, apenas audibles bajo las carcajadas, mientras tú fingías absurdamente estar pendiente del teléfono. “Camarero, ¿aquí se puede pagar con tarjeta Black?”, preguntó un chistoso, y ya no tenía sentido aguantar más, era el momento de retirarse, no sin antes dar un sorbo de dignidad al vaso de agua, para después levantarte despacio y caminar hacia la salida sin apariencia de fuga, con paso calmo entre los abucheos. Y ahí sigues, en la puerta.

Descartado buscar refugio en el restaurante, das unos pasos cortos hacia la derecha. No piensas alejarte, el conductor y el escolta te buscarán en el restaurante, es sólo moverte, dejar de ser el pez en la pecera para burla de los comensales e intentar que en movimiento tu rostro sea menos reconocible para quienes no sólo te señalan y comentan, sino que han empezado a seguirte. Mientas caminas despacio por la acera, de reojo un escaparate te descubre que ya hay una decena en espontáneo tropel tras tus pasos, con los teléfonos preparados para cuando te gires.

Ya no eres tú quien toma las decisiones, son tus piernas las que reciben la atávica descarga de adrenalina desde el sistema nervioso, la orden para preparar la huida, por ahora contenida en una aceleración del paso, espaciar la zancada, lo que sólo sirve para convencer a los indecisos, los que aun dudaban de si tú eres realmente quien pareces o es sólo un desdichado parecido físico, pero sí, es él, Rodrigo Rato, qué hace aquí, a dónde va, espera granuja, que no te hacemos nada, cuidado con las carteras que hay un ladrón cerca. Risas. Giras la primera esquina y esos dos segundos en que dejan de verte te anima a correr, pero correr hacia dónde, sólo empeoraría la situación, alimentaría más sus ganas de seguirte, no corres pero aprietas un poco más el paso, la nueva calle tiene más tráfico y buscas una luz verde de taxi. La calle tiene también más peatones, que al cruzarse contigo, ahora además alertados por el revuelo a tu espalda, se detienen pasmados, buscan deprisa la cámara del teléfono, algunos se unen a la comitiva mientras tú prosigues tu caminata ya al límite de la carrera. Sigue sin aparecer el taxi que te salve.

No tiene sentido prolongar la persecución, ni alejarte aún más del punto de recogida, así que al girar otra esquina te cuelas en el primer local. En un primer vistazo reconoces una de esas tiendas de conveniencia que llaman “chinos”. Al menos confías en que la nacionalidad del propietario lo tenga al margen de la actualidad española. Que no te conozca. Avanzas hacia el fondo, das los buenos días al chino, que no ha levantado la vista del televisor, y te detienes en un estante como quien busca algo que necesita. Son productos de limpieza, detergentes baratos, imaginas la foto resultante si alguno de los perseguidores entrase móvil en mano: el gran hombre, rodeado de chismes de plástico y juguetes made in China, mira con atención un friegasuelos de menos de un euro la botella.

Te tranquilizas al ver que nadie más entra en la tienda. Hay revuelo a la puerta, oyes voces, cuánto aguantarán, se darán por vencidos o pedirán refuerzos, avisarán a las televisiones, lo que daría un productor de informativos por estas imágenes: el exministro, el padre del milagro español, el jefazo del Fondo Monetario Internacional, el ex banquero, el juguete roto, el chivo expiatorio que todos necesitan, el enemigo público, el gran villano, mírenlo ahí, acorralado en un chino, como un animalito asustado.

“¿Puede dejarme usar su teléfono?”, preguntas al dueño, que se ha girado hacia ti con una bolsa de plástico en la mano, el gesto mecánico con que pensaba recibir la litrona o la bolsa de patatas. “Teléfono, por favor”, vocalizas con claridad, ayudando la comunicación con un gesto universal de mano haciendo auricular en la oreja. El chino te señala unas tarjetas de prepago colgadas de la pared, en el momento en que entra una mujer en la tienda. Es joven, no tiene aspecto de linchadora sino de madre que ha bajado a buscar el ingrediente que le falta para la comida. Sin embargo, tras un vistazo a la nevera, saca en gesto rápido el teléfono y apunta hacia ti, mientras desde la calle llegan gritos de aprobación. “¿Hay alguna puerta trasera?”, urges al chino, y qué tonterías se te ocurren, una puerta trasera peliculera que dé a un callejón con cubos de basura, desde el que trepar por una escalera de incendios y huir por los tejados. Claro que no, ni siquiera hace falta que te conteste el de la tienda, la chica ya ha salido y habrá compartido tu pregunta con los demás, esas risas lo confirman.
¿Y ahora qué? ¿Cómo sales de aquí? ¿Echas a correr hacia la calle y no paras hasta encontrar a tu chófer, a tu escolta, a un taxi, hasta alcanzar tu portal o caer antes infartado en la acera? ¿Te quedas aquí hasta que se aburran y se vayan? ¿Hasta que te saquen a rastras? ¿Llamas a la policía? ¿Y qué les dices, si nadie te ha puesto un dedo encima, nadie te ha empujado a entrar, nadie te ha amenazado? ¿Les dices que tienes miedo?

Texto completo en el libro de relatos de Isaac Rosa "Welcome" editado por LaMarea.com

TE LO DIGO YO

sábado, 31 de marzo de 2012

¿Que coño hacen ustedes aquí el 29M?

Hubo representación del PSOE en la manifestación contra la reforma laboral

  Foto RodriB

Algunos de los culpables de haber roto, con su cobardía y sumisión interesada a los dictados de los neocon, el delicado equilibrio laboral con su innecesaria e inútil reforma de junio de 2010, sin  la que nunca hubiera sido posible la de febrero de 2012, han intentado ahora hacerse pasar por trabajadores solidarios.

Aquellos que con su voto en 2010 echaron sobre los trabajadores las primeras paladas de arena, en el macabro entierro de nuestros derechos laborales, y que el 29M se reunieron como esquiroles en el congreso, para trabajar como no lo habían hecho en toda la legislatura, mientras los ciudadanos se la jugaban en una huelga, han tenido la poca vergüenza de infiltrarse en la manifestación haciéndose pasar por ciudadanos indignados y cabreados.

“Junto a Toxo y Méndez encabezaban la marcha, que se encaminaba hacia la Puerta de Sol, el secretario de organización del PSOE, Óscar López. También acompañaban a los manifestantes, aunque no en la cabecera de la manifestación, algunos miembros del Partido Socialista como el secretario de Formación, Rafael Simancas, el exministro Manuel Chávez, el secretario general del PSM Tomás Gómez, la secretaria de Economía y Empleo, Inmaculada Rodríguez Piñero, y el secretario de Política Municipal, Gaspar Zarrías.”

Me alegro de no haberme topado con estos indeseables durante el transcurso de la exitosa demostración de rechazo a la reforma laboral, seguramente habría vomitado. Alguien dirá que hubiera sido la ocasión de decirles a la cara “cuatro cosas”. Estoy seguro que más de un manifestante, así lo hizo, si consiguió traspasar la barrera de lameculos de la que seguramente se rodearon. Porque no nos engañemos estos fulanos sin dignidad, no acuden nunca a estos actos de afirmación ciudadana, sin su caterva de chupapollas, que son capaces de comportarse como porteros de discoteca, con tal de obtener la bendición de los “reyezuelos” de su partido.

lunes, 26 de marzo de 2012

¿Podemos ser originales, entre 6.840.507.003?


Copiar de un sitio es plagio; copiar de dos, documentación”.


Para algunos cualquier cosa o expresión de la persona, sea de la forma que sea, conforma una obra y es objeto de propiedad intelectual. Yo soy de la opinión de que, lo que ha de ser objeto de protección no son las ideas, sino la forma en la que estas se expresan. Ser original no tiene obligatoriamente que ver con hacer algo nuevo, sino con hacer algo propio. “La originalidad no tiene que ver con la exclusividad.” Algo es original cuando es de elaboración propia.

“Cuando Newton concibió su teoría de la gravitación, el aspecto creador de su pensamiento no se encontraba en sus materiales. Estos eran familiares: el sol, la luna, los planetas, el peso, la distancia, la masa, el cuadrado de los números. Éstas no eran ideas originales, eran hechos establecidos. Su originalidad estriba en el usos a que se aplicaron esos hechos familiares, introduciéndolos en una estructura no familiar.” (John Dewey, “Democracia y educación”)

La creatividad aplicada en un trabajo, nos orienta sobre su novedad u originalidad. Pero ser original es más que ser novedoso, las obras originales son producto de creatividad espontánea, no han de ser novedosas por su misma existencia, ya que seguramente abra obras similares aunque distintas.

Originalidad en sentido subjetivo sería aquella que “refleja la personalidad del autor”, o “responde a un esfuerzo creativo de sus autor”. (T. Supremo)

Lo original presume una contribución creativa, la “intertextualidad” —uso de ideas y frases de otros autores como fuente de inspiración— forma parte de la busca de lo diverso con respecto a lo ya existente. Si bien la “intertextualidad” sistemática seria un abuso.

Es cierto que en la creación literaria, algunos astros consagrados son sospechosos de aprovecharse del trabajo de "los negros " que publican en la red. La mercantilización  de la creación, con sus excesos millonarios nos ha llevado a un filibusterismo exacerbado. Alguien imagina a Cervantes, Shakespeare o Goethe, compitiendo por recibir las astronómicas cantidades que recaudan gentes como J. K. Rowling, Dan Brown, Ken Follett o nuestro mas cercano Arturo Pérez-Reverte, por sus “novedosas y originales” creaciones.

Quizá todo sea pura conveniencia económica.

miércoles, 21 de marzo de 2012

Monos, azules, ignorantes y prepotentes.

 ... "Los monos son demasiado buenos para que el hombre pueda descender de ellos"  (Federico Nietzsche).

(Dedicado a todos los “monos zombis” que deambulan por esta sociedad de la avaricia y sufren la prepotencia e ignorancia de los hombrecillos y mujercitas azules.)

Se sabe que el prepotente, siempre te habla con desprecio. En realidad estos individuos tienen una autoestima muy baja, y actúan así con la vana esperanza de aumentarla. Por otro lado la prepotencia exagerada es habitual en personas mal educadas, y es así como chulería, prepotencia e ignorancia, andan juntas, y siempre se ha dicho que ésta última es muy atrevida.

Y es por eso que:

    El  prepotente e ignorante, tiene nublada la razón y el discernimiento
    En una sociedad ignorante, el prepotente es el Mesías.
    Callamos por temor a perder el empleo, teniendo que tolerar el exceso de arrogancia, prepotencia e ignorancia del jefe.
    El verdadero peligro futuro se haya en la torpeza, prepotencia e ignorancia
    El machismo social, es todo un alarde de prepotencia e ignorancia al más puro estilo caciquil.
    El estado social del bienestar ha caído no en una batalla campal, sino en un mar de prepotencia, orgullo e ignorancia.
    Todo lo que ocurre en esta sociedad debilitada, esta basado en una mezcla de ambición, y prepotencia de algunos, e ignorancia y pereza mental de muchos.

Y es la causa de que el PP:

    Nos gobierne con la lógica de la ignorancia.
    Mezcle la prepotencia, manierismo, corrupción e ignorancia, en su forma de hacer política.
    Este incapacitado por la prepotencia y la ignorancia, para ejercer cualquier cargo público.
    Siempre ha demostrado prepotencia e ignorancia en sus ideas, todas ellas cargadas de errores.

Así es como Rajoy:

    Destaca por su prepotencia e ignorancia como presidente.
    Preside un gobierno de personas de una formación intelectual pobrísima, que han sido colocadas en puestos de responsabilidad, amparándose en una mezcla de ignorancia, prepotencia e impunidad.
    Es el responsable de que los ciudadanos estemos siendo tratados con prepotencia e ignorancia.
    Actúa con prepotencia e ignorancia dolosa y culpable.

Nosotros, los monos antropomorfos, a veces somos tan ignorantes e irresponsables como un monito tití juguetón, y nos dejamos comprar por aquellos que piensan que, como “por el maní baila el mono”, nuestra mente  y nuestro cuerpo se puede adquirir en las rebajas por cuatro o cinco cacahuetes. Así es que les regalamos nuestra libertad de opinión y de decidir cada cuatro años a cambio de nada.

Líbrenos la inteligencia del prepotente e ignorante, que de los azules nos libraremos nos.

martes, 13 de marzo de 2012

Estadísticas y opinión pública. Como decía Mark Twain, hay tres tipos de mentiras: mentiras, mentiras podridas, y estadísticas.


La Wikipedia nos dice que: “La estadística es una ciencia que estudia la recolección, análisis e interpretación de datos, ya sea para ayudar en la toma de decisiones o para explicar condiciones regulares o irregulares de algún fenómeno o estudio aplicado, de ocurrencia en forma aleatoria o condicional.”

No hay duda de que a algunas disciplinas formales se les ha atribuido, con el paso del tiempo, el inmerecido calificativo de “ciencia”.

Aristóteles clasificaba el saber en tres naturalezas:

Teoría: Cuando se busca la verdad de las ideas, como formas y como sustancias. Este saber está constituido por las ciencias cuyo conocimiento está basado en el saber por el saber: Matemáticas, Física y Teología.

Praxis: El saber práctico encaminado al logro de un saber para guiar la conducta hacia una acción propiamente humana en cuanto racional: la Ética, la Política, la Económica y la Retórica.

Poiesis: Saber creador, saber poético, basado en la transformación técnica. Lo que hoy día englobaríamos en la creación artística, artesanía y la producción de bienes materiales.

Aunque desde Aristóteles, se han añadido infinidad de matices y precisiones, esta es básicamente una clasificación aun valida del saber.

Ética, política, economía entre otros conocimientos humanos son praxis, es decir disciplinas formales dirigidas a ordenar y/o experimentar comportamientos humanos. La ciencia es mucho más, es otra cosa.

domingo, 11 de marzo de 2012

Homeopatía política, económica, laboral y social.


  
Viva el mal, viva el Capital.  
                                       (Bruja Avería, La bola de cristal)


La homeopatía tiene mucho de la religiosidad judeocristiana y su principio básico de exhortarnos a creer sin ver ni conocer, es sin duda un acto de fe.  La homeopatía es el “arte” de hacernos creer que te están administrando una cura para tus dolencias, cuando solo te están dando agua.

Y algo muy similar es lo que nos están administrando los poderes financieros, nos aseguran que su tratamiento no tiene alternativas, que es imprescindible que lo tomemos sin resistirnos por que no hay mejor remedio. La diferencia de la homeopatía con la homeoeconomía es que este caso sus tratamientos tienen grabes contraindicaciones y terribles efectos secundarios, de los que el más importante es la sistemática destrucción de nuestra sociedad del bienestar y todo lo que esto lleva aparejado, pero sin duda, en ambos casos el tratamiento es igualmente inútil para tratar la enfermedad que nos consume.

La homeoeconomía de profundas raíces neoliberales, en su infinita ignorancia, se ha apropiado del pueril e infundado  principio homeopático similia similibus curantur, “lo similar se cura con lo similar”, y con total intransigencia nos lo hace seguir a rajatabla.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Dúo-decálogo de los nuevos derechos y obligaciones de la ciudadanía servil.


Tenemos derecho a:
Ser despedidos sin explicación ni razón alguna.

Ser madre aunque no queramos ni tengamos los medios ni la madurez necesarias.

Perder nuestro hogar a causa de la especulación y avaricia de las entidades bancarias.

Pagar dos veces por la misma atención sanitaria, cuando esta nos sea necesaria.

Olvidar a nuestros familiares, asesinados en la guerra civil.

Ser engañados y esquilmados por políticos corruptos.

Estudiar religión aunque no seamos creyentes.

Dedicar nuestros impuestos a “rescatar” a los bancos y cajas, hundidos por la mala gestión de sus directivos.

Que los policías que pagamos, nos apaleen si nos manifestamos y protestamos.

Recibir una educación de baratillo a causa de los recortes presupuestarios.

Es nuestra obligación:

Trabajar por sueldos de miseria en horarios interminables, dando gracias por ello a nuestro empleador.

Pagar las jubilaciones millonarias de nuestros empresarios.

Callar cuando no estemos de acuerdo con las arbitrarias actuaciones de nuestros jueces.

Sostener la educación privada de unos, aunque esto nos quite el dinero que se debería destinar a la pública de todos.

Emigrar como hicieron nuestros abuelos, si queremos desarrollar nuestra profesión con cierta dignidad.

Votar cada cuatro años y guardar silencio si se incumple, con desvergüenza, el programa político que elegimos.

Estar alegres, guapos y aseados, aunque sea necesario para ello, el privarnos de cubrir nuestras necesidades básicas, y así no llenar la calle de mendigos.

Festejar como idiotas los éxitos de nuestros insignes y súper millonarios deportistas de elite y olvidar así, nuestra penosa situación económica.

No mostrar nuestra indignación, para no ofender la vista y el oído de los más encumbrados y respetables compatriotas.

Construir con nuestro sudor y sangre un mundo más insolidario con los necesitados y más beneficioso para nuestros amados benefactores de la elite político-financiera.

Todos estos preceptos se resumen en dos:

Tenemos derecho a sufrir en silencio todo aquello que nos es dado graciosamente por quien nos hace el favor de dirigirnos con mano de hierro.

Es nuestra obligación no hacer demagogia quejándonos del trato de siervos que se nos impone.

jueves, 1 de marzo de 2012

Otras mercaderías sociales. Uso y abuso de la propia imagen por los personajes públicos.


    Se puede definir la imagen publica como: “la percepción dominante que una colectividad establece respecto de un actor, institución o referente cultural, con base en las impresiones y la información pública que recibe”. La imagen pública representa un juicio de valor cultural.

    Y a esta insoportable pedantería añadiré que, en términos de opinión pública, la imagen equivale a la opinión, no en el sentido platónico, sino como reputación, aprecio y consideración general de los otros.

    “La mujer de César no sólo debe ser honesta sino que tiene que parecerlo”

    La imagen es lo que objetivamente corresponde a la realidad, pero también lo que se transmite o lo que se aparenta. En la mayoría de los casos la imagen publica esta construida y se sustenta sobre cualidades profesionales y humanas.

    Que para personajes y “personajillos”, profesionales, instituciones, partidos, organizaciones etc. es de fundamental importancia su imagen publica, esta demostrado sobradamente. Todos ellos compiten por estar en la mente de ciudadanos, consumidores y publico en general.

    De ahi que usar la imagen publica creada en base a determinadas cualidades y calidades profesionales, como mero instrumento de negocio e influencia mercantilizada en el sector de la publicidad, alejándose de la habitual actividad profesional, es además de un intento de manipulación interesada, peligroso para la credibilidad profesional de aquellos que lo hacen.