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ESTO SE HA ESCRITO Y TU LO TIENES QUE LEER

SELECCIÓN de Jodete Merkel

28 de diciembre de 2016

La huella de la milana

"Entre octubre y diciembre de 1983 se rueda en Alburquerque una de las películas más taquilleras del cine español, Los Santos Inocentes

Un relato mítico que ha terminado convirtiéndose no sólo en la representación de la España rural de los años 60, sino en el símbolo más certero de la historia de Extremadura

Esta es una película que trata de opresores y de oprimidos. Aquí no se habla de proletariado ni de revolución pero la obra es uno de los alegatos más contundentes que se han hecho para denunciar la tiranía de clase"

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Texto completo en:
http://www.eldiario.es/eldiarioex/sociedad/huella-milana_0_595291153.html



En apenas unos años las condiciones de vida han empeorado hasta el punto de que sabemos que ya vivimos y viviremos peor que nuestros padres y madres. Nos tratan como mercancías en un mercado laboral cada vez más desregulado, con nuestras vidas cada vez más a la intemperie. Avanza la precariedad, se asientan las privatizaciones y los recortes de servicios públicos, se machacan impunemente derechos básicos.

Hemos pasado de escandalizarnos por ser mileuristas a alegrarnos de lograr un trabajo de 700€ en jornadas laborales de hasta 40 horas. La alternativa es el paro: seguimos en tasas escandalosas del 20%, casi la mitad de larga duración (más de dos años). Los sueldos que se han expandido en esta crisis impiden una vida digna, pagar una vivienda y otros gastos básicos de subsistencia, por no hablar del ocio y la cultura.

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IU- Las Rozas
15/01/2017

Texto completo en:

http://www.izquierda-unida.es/node/16381

La controversia favorable: una crítica al errejonismo.

Partiendo de los míticos seleccionadores argentinos Menotti y Bilardo, el autor analiza la estrategia del secretario político de Podemos: “No está sabiendo leer la necesidad de una convergencia más allá de lo electoral y está dando un balón de oxígeno al sistema político del 78 con sus repliegues institucionales”.

18 enero 2017
07:00


Daniel Bernabé

Menotti y Bilardo fueron algo más que dos entrenadores, que los seleccionadores que llevaron a Argentina a ganar sus únicas Copas del Mundo en 1978 y 1986. Durante décadas mantuvieron un antagonismo convertido en escuela, en filosofía de vida más allá del fútbol. Menotti, flaco, fumador, de simpatías izquierdistas, apostaba por un juego al ataque en el que debía participar todo el equipo, donde el balón había que tenerlo y mimarlo durante todo el encuentro. Por contra para Bilardo, el narigón, el doctor, la victoria era consecuencia de buscar la puerta del rival sin importar otras consideraciones, ni siquiera morales, según explican las estrafalarias leyendas asociadas a su persona. Lo interesante de esta historia es que el debate, al menos en los medios españoles, se planteó de una forma parcial cuando no falsa, una que venía a decir que mientras que los equipos de Bilardo jugaban feo pero ganaban, a los de Menotti les daba igual el resultado mientras que jugaran bien.

Recordando esta rivalidad me ha sido difícil no pensar en la campaña previa a Vistalegre 2, no tanto porque los candidatos pudieran representar el choque filosófico de los entrenadores, sino sobre todo porque la forma en que la facción errejonista ha planteado la contienda recuerda a esa falsa elección, que tanto daño hizo al fútbol, entre ganar y jugar bien. De las múltiples habilidades del secretario político de Podemos brilla por encima de todas la capacidad de construir escenarios de controversia favorables, o dicho de otra forma, no es tan importante la explicación de las ideas propuestas como la unión artificial de esas ideas a unas categorías positivas que además marcan negativamente al rival. Cuando Errejón dice que él quiere a un Podemos ganador, no sólo se apropia de algo que se supone obvio, sino que señala a sus adversarios con el estigma de la derrota.

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Texto completo en: http://www.lamarea.com/2017/01/18/la-controversia-favorable-una-critica-al-errejonismo/

Mal rato


ISAAC ROSA

Eres Rodrigo Rato. Sí, tú. Querrías no serlo, en este momento más que nunca. Pero eres Rodrigo Rato. Si te giras, ahí está tu reflejo en la puerta acristalada del restaurante. No es que necesites comprobar tu propia identidad, sólo quieres ver tú también lo que ven quienes ahora pasan por esta calle. Ahí estás, inconfundible, con cara de apertura de telediario, un rostro demasiado conocido y con ese aura magnética propia de todo famoso, que atrae las miradas incluso cuando no lo reconocen. No es tu caso: claro que te reconocen. Has olvidado las gafas de sol en la mesa, y no es buena idea volver a entrar. Mejor que en la puerta del restaurante, puedes verte reflejado en los ojos de quienes al pasar ralentizan la marcha, te miran sin disimulo, giran la cabeza, comentan con sus acompañantes, señalan, te señalan. “¡Es Rodrigo Rato!”
¿Dónde está el coche? Y sobre todo, ¿dónde está tu escolta? Lo del chófer lo disculpas, es una calle con un solo carril y no hay aparcamiento a la vista, estará en una calle próxima, o en un parking, escuchando el fútbol o haciendo esos estúpidos sudokus. Pero el escolta, qué hace que no está en la puerta, o en la acera de enfrente, o como muy lejos en un bar próximo del que ya debería haber salido al verte ahí, detenido en la puerta del restaurante, con la gabardina en el brazo y esa expresión de urgencia. No es la primera vez que se despista, que da por hecho que una comida durará lo suficiente como para acercarse a un centro comercial próximo, a comprar cualquier mierda, y te obliga a llamarlo como ahora. Llamarlo. El teléfono. ¿Dónde…? ¿Quedó ahí dentro, sobre la mesa? Te giras para buscar tu mesa, la que acabas de dejar a la carrera y sin haber probado ni el primer plato, pero el cristal te devuelve tu mirada nerviosa.

Volver adentro no es buena idea, ni siquiera estás seguro de que el teléfono esté ahí, que siga ahí, que no lo haya cogido al descuido algún camarero o uno de esos hijos de puta que te jodieron la comida antes de empezar. En cuanto aparezca el escolta llamarás a la compañía para que bloqueen el terminal, pero para eso primero debe regresar tu protector, y no lo distingues entre los muchos que circulan por esta calle comercial y te miran con incredulidad, incluso sacan el teléfono para fotografiarte. Tienes que moverte cuanto antes, pasmarote. Como no ves el interior del restaurante, imaginas a los clientes también fotografiándote desde sus mesas, tuiteando la imagen del gran hombre desvalido en la pecera, los camareros y hasta el maître uniéndose a la chanza.

Empezaron apenas entraste, confirmando la inquietud que sentiste cuando el coche te dejo hace unos minutos a la puerta y viste la fachada, la calle, el barrio. Un restaurante que no conoces, muy recomendado pero territorio inexplorado para ti, mal lugar para una cita, sobre todo cuando el maître te dijo que no disponían de reservado, que la mesa a tu nombre era esa, en un lateral de un comedor lleno. Te tranquilizó ver tanta corbata, gente de negocios, no tan proclive a la fácil demagogia y al linchamiento como aquellos cretinos que hace unas semanas te persiguieron por el aeropuerto al bajar de un avión. Unos graciosos, que se cobraron como trofeo varios vídeos pronto viralizados, en los que aparecía el gran hombre acelerando el paso como un cervatillo. Aquí no, en principio no te pareció un territorio hostil, pese al silencio que atronó a tu llegada: todas las cabezas se giraron hacia ti, con asombro, sonrisas de reconocimiento, codazos. Te sentaste a la mesa y, mientras esperabas a tu compañero de almuerzo, te refugiaste en el teclado del teléfono para no cruzar la mirada con quienes murmuraban el único tema de conversación posible. No sabes quién fue el primero, qué más da. De pronto un tipo levantó la voz y soltó, con entonación graciosa: “Alguien ha arruinado un banco… Y no me gusta señalar”. Todos se unieron en carcajada, y para confirmar que conocían el viejo chiste de Gila, en seguida hubo réplicas desde otras mesas: “Alguien ha defraudado a Hacienda… Y no me gusta señalar.” “Alguien viaja mucho a Suiza… Y no me gusta señalar”. Así siguieron otras ocurrencias, apenas audibles bajo las carcajadas, mientras tú fingías absurdamente estar pendiente del teléfono. “Camarero, ¿aquí se puede pagar con tarjeta Black?”, preguntó un chistoso, y ya no tenía sentido aguantar más, era el momento de retirarse, no sin antes dar un sorbo de dignidad al vaso de agua, para después levantarte despacio y caminar hacia la salida sin apariencia de fuga, con paso calmo entre los abucheos. Y ahí sigues, en la puerta.

Descartado buscar refugio en el restaurante, das unos pasos cortos hacia la derecha. No piensas alejarte, el conductor y el escolta te buscarán en el restaurante, es sólo moverte, dejar de ser el pez en la pecera para burla de los comensales e intentar que en movimiento tu rostro sea menos reconocible para quienes no sólo te señalan y comentan, sino que han empezado a seguirte. Mientas caminas despacio por la acera, de reojo un escaparate te descubre que ya hay una decena en espontáneo tropel tras tus pasos, con los teléfonos preparados para cuando te gires.

Ya no eres tú quien toma las decisiones, son tus piernas las que reciben la atávica descarga de adrenalina desde el sistema nervioso, la orden para preparar la huida, por ahora contenida en una aceleración del paso, espaciar la zancada, lo que sólo sirve para convencer a los indecisos, los que aun dudaban de si tú eres realmente quien pareces o es sólo un desdichado parecido físico, pero sí, es él, Rodrigo Rato, qué hace aquí, a dónde va, espera granuja, que no te hacemos nada, cuidado con las carteras que hay un ladrón cerca. Risas. Giras la primera esquina y esos dos segundos en que dejan de verte te anima a correr, pero correr hacia dónde, sólo empeoraría la situación, alimentaría más sus ganas de seguirte, no corres pero aprietas un poco más el paso, la nueva calle tiene más tráfico y buscas una luz verde de taxi. La calle tiene también más peatones, que al cruzarse contigo, ahora además alertados por el revuelo a tu espalda, se detienen pasmados, buscan deprisa la cámara del teléfono, algunos se unen a la comitiva mientras tú prosigues tu caminata ya al límite de la carrera. Sigue sin aparecer el taxi que te salve.

No tiene sentido prolongar la persecución, ni alejarte aún más del punto de recogida, así que al girar otra esquina te cuelas en el primer local. En un primer vistazo reconoces una de esas tiendas de conveniencia que llaman “chinos”. Al menos confías en que la nacionalidad del propietario lo tenga al margen de la actualidad española. Que no te conozca. Avanzas hacia el fondo, das los buenos días al chino, que no ha levantado la vista del televisor, y te detienes en un estante como quien busca algo que necesita. Son productos de limpieza, detergentes baratos, imaginas la foto resultante si alguno de los perseguidores entrase móvil en mano: el gran hombre, rodeado de chismes de plástico y juguetes made in China, mira con atención un friegasuelos de menos de un euro la botella.

Te tranquilizas al ver que nadie más entra en la tienda. Hay revuelo a la puerta, oyes voces, cuánto aguantarán, se darán por vencidos o pedirán refuerzos, avisarán a las televisiones, lo que daría un productor de informativos por estas imágenes: el exministro, el padre del milagro español, el jefazo del Fondo Monetario Internacional, el ex banquero, el juguete roto, el chivo expiatorio que todos necesitan, el enemigo público, el gran villano, mírenlo ahí, acorralado en un chino, como un animalito asustado.

“¿Puede dejarme usar su teléfono?”, preguntas al dueño, que se ha girado hacia ti con una bolsa de plástico en la mano, el gesto mecánico con que pensaba recibir la litrona o la bolsa de patatas. “Teléfono, por favor”, vocalizas con claridad, ayudando la comunicación con un gesto universal de mano haciendo auricular en la oreja. El chino te señala unas tarjetas de prepago colgadas de la pared, en el momento en que entra una mujer en la tienda. Es joven, no tiene aspecto de linchadora sino de madre que ha bajado a buscar el ingrediente que le falta para la comida. Sin embargo, tras un vistazo a la nevera, saca en gesto rápido el teléfono y apunta hacia ti, mientras desde la calle llegan gritos de aprobación. “¿Hay alguna puerta trasera?”, urges al chino, y qué tonterías se te ocurren, una puerta trasera peliculera que dé a un callejón con cubos de basura, desde el que trepar por una escalera de incendios y huir por los tejados. Claro que no, ni siquiera hace falta que te conteste el de la tienda, la chica ya ha salido y habrá compartido tu pregunta con los demás, esas risas lo confirman.
¿Y ahora qué? ¿Cómo sales de aquí? ¿Echas a correr hacia la calle y no paras hasta encontrar a tu chófer, a tu escolta, a un taxi, hasta alcanzar tu portal o caer antes infartado en la acera? ¿Te quedas aquí hasta que se aburran y se vayan? ¿Hasta que te saquen a rastras? ¿Llamas a la policía? ¿Y qué les dices, si nadie te ha puesto un dedo encima, nadie te ha empujado a entrar, nadie te ha amenazado? ¿Les dices que tienes miedo?

Texto completo en el libro de relatos de Isaac Rosa "Welcome" editado por LaMarea.com

TE LO DIGO YO

jueves, 3 de abril de 2014

Jueces “estupendos”.


Estupendo, da.  (Del lat. stupendus).    

1. adj. Admirable, asombroso, pasmoso.

Los jueces son jaleados, ensalzados y aplaudidos por una parte de la clase política cuando investigan y/o condenan a sus adversarios;  a su vez son  vilipendiados, insultados y denostados por los políticos afines a los investigados y/o condenados. Esto ocurre habitualmente, quien ayer fue héroe hoy es villano, en función de si le consideran afín políticamente o contrario y por ello se le descalifica acusándole de enemistad manifiesta. Aunque lo habitual, “lo normal”, es que cada partido tenga entre los jueces a sus propios felones alevosos y viles enemigos de toda la vida y para siempre jamás, que una o varias veces se atrevieron  a acusar y/o condenar a militantes o afines con “sucias mentiras”, y por otro lado sus ángeles guardianes, “amiguitos del alma”, súper jueces de puro buenos y comprensivos con sus “problemillas de corrupción” y similares, que cuentan por ello con su mas sincera devoción y adoración.

Uno de los efectos colaterales de este comportamiento a todas luces perverso de la clase política, es la aparición de los llamados jueces estrella al calor de instrucciones de asuntos mediáticos de corrupción política, de terrorismo, narcotráfico o viles asesinatos. Enaltecer hasta lo inimaginable al juez que acusa a su oponente por corrupto, que persigue como a ellos les parece correcto a terroristas, que encarcela a narcotraficantes, que tratan los violentos crímenes contra mujeres y niños de acuerdo al ideario moral y político de su partido,  ha hecho que proliferen como una molesta urticaria esos jueces estrella que abandonando su verdadero trabajo instructor y/o juzgador, se dedican a ser protagonistas de un “show business” jurídico/mediático/social.

De una sustancial parte de estos jueces estrella subidos de tono y de las consecuencias de su comportamiento de divas del “espectáculo” judicial, que se pasan la vida mirándose en el espejo y siempre se ven y se sienten “estupendos” es de quienes querría hablar. Esos jueces “estupendos” que a causa de su adicción a esa placentera sensación, parecen más preocupados en dar noticias de primera plana y golpes de efecto para mantener fuerte la llama de su vanidoso protagonismo, olvidando hacer bien su trabajo de instrucción judicial.

Los jueces “estupendos” lejos de aportar algún beneficio a la administración de justicia, saturan con su vanidad, arrogancia y soberbia todo su espacio judicial y como consecuencia de ello, retrasan y dilatan, algunas veces dicen que incluso voluntariamente, el normal desarrollo de la causa, dirigen erróneamente la investigación, fundamentan poco y mal sus decisiones judiciales  y dictan finalmente a causa de todo ello, sentencias vacías de contenido fácilmente recurribles.

¿Son todos los jueces y magistrados estrellaestupendos”? Evidentemente no, dentro de la selecta minoría de jueces estrella algunos alcanzan el “nirvana” buscado que les hace olvidarse de los problemas terrenales y levitar sobre la judicatura como “estupendos”, mientras los otros un poco menos afortunados tienen que cargar con una terrible presión sobre su trabajo generada por ser una estrella judicial sin quererlo. Los jueces estrella se hacen desde los medios de comunicación y los intereses políticos, a “estupendo” solo se llega por demerito propio.

Pero pongamos a modo de ejemplo a 12 jueces envanecidos, que se han creído y creen “estupendos”.

1
Estupendísimo magistrado Francisco Javier Gómez de Liaño,  hijo de fiscal y magistrado, paso de secretario judicial a juez  ejerciendo en vigilancia penitenciaria y en la Audiencia Nacional, fue miembro del Consejo general del Poder Judicial. Se acerco al estrellato con algunos asuntos relacionados con el GAL, pero fue al asumir una denuncia contra el grupo PRISA cuando alcanzo notoriedad mediática. Siete resoluciones judiciales tomadas por este juez “estupendo” fueron revocadas por instancias superiores, finalmente uno de los principales acusados, Jesús de Polanco le denuncio por prevaricación (dictar una resolución a sabiendas de que es injusta). Fue condenado y apartado del ejercicio de la judicatura, sus recursos a Tribunal Supremo y al Constitucional fueron rechazados. Fue inmediatamente indultado por el gobierno de Aznar.

2
Estupendísimo magistrado Baltasar Garzón, de familia trabajadora ingreso en la carrera judicial y siete años mas tarde llego a la Audiencia Nacional, fue aquí  donde se convirtió en juez estrella a través de su participación en múltiples causas de gran relevancia como la del narco Oubiña y posteriormente del “clan de los Charlines”. Fue en la sentencia de la operación “Nécora” donde este juez “estupendo” puso a la vista las deficiencias jurídico/legales de los pinchazos telefónicos por el ordenados, lo que impidió una condena mas dura. Tras pasar por la política de la mano del PSOE, volvió a la Audiencia Nacional donde llevo el caso de la “guerra sucia” contra el terrorismo, que termino de encumbrarle al estrellato judicial. Rafael Vera, uno de los primeros condenados por el caso GAL, obtuvo sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que ponía en entredicho la imparcialidad de Garzón por enemistad manifiesta. También la lucha contra ETA se vio salpicada por deficiencias de instrucción judicial del “estupendo” Garzón, los casos del cierre del diario Egin y su emisora de radio y  la orden de cese de actividad contra el diario Egunkaria, fueron finalmente levantados por la propia Audiencia Nacional.  

3
Estupendísimo magistrado Luciano Varela,  padre de cuatro hijos dos de los cuales son jueces, piso la alfombra roja del estrellato como autor del borrador de la Ley del Jurado y empezó a rozar el "estupendismo" judicial tras levantar la condena por prevaricación contra el juez Urquía y solo condenarlo por cohecho (soborno al juez) que redujo la pena a 21 meses de cárcel, lo que le salvaba de entrar en prisión. Fue la instrucción del caso Garzón en el que se le acusaba de prevaricación en la instrucción de la causa contra los crímenes del franquismo, lo que hizo ingresar a Varela en el club de los jueces “estupendos”. Fue acusado de ayudar a los querellantes dándoles instrucciones para corregir sus escritos y aumentado los plazos para hacerlo. Finalmente Garzón fue absuelto.

4
Estupendísimo magistrado Carlos Divar, once años después de su ingreso en la carrera judicial llega a la Audiencia Nacional. Ya como presidente del Consejo del Poder Judicial, elección sorprendente a la vista de su carrera, con su voto se acordó la suspensión cautelar de Garzón como magistrado. Fue con su presidencia del Consejo cuando alcanzo el estrellato judicial y su conversión en “estupendo”, pero sorprendentemente no fue a causa de su trabajo, sino de su ocio. Fue denunciado por otro miembro del Consejo de malversación al gastar más de 15.000€  en sus viajes de “trabajo” a Puerto Banus (Marbella) a costa de las arcas del Consejo. Tras reconocer haber realizado los viajes pagados por el Consejo, este juez “estupendo” se defendió de las acusaciones asegurando que lo gastado era una “miseria”. El revuelo fue importante entre los jueces y la opinión pública, pero en su comparecencia aseguro que tenía la “conciencia absolutamente tranquila” y que no existía “ninguna irregularidad ni jurídica ni moral ni política”. Finalmente se vio obligado a dimitir.

5
Estupendísimo magistrado Elpidio Silva, es magistrado de instrucción en Madrid y entre otras curiosidades es un juez estrella que no ha pasado por la Audiencia Nacional. En su historial judicial no hubo nada de especial trascendencia mediática hasta el caso Blesa, a quien envío en dos ocasiones a la cárcel, lo que le aupo al estrellato. Al parecer la buena relación de Gallardón, jefe del Fiscal General del Estado dependiente orgánicamente del Ministro de Justicia, con Blesa tiene algo o mucho que ver con el camino seguido por la querella y la posterior imputación por prevaricación del juez Silva. Por esta causa el juez  permanecerá suspendido hasta que haya sentencia firme. Es aquí también donde le juez Elpidio Silva se hace “estupendo”, Blesa que es probablemente uno de los gestores de banca mas inútiles y corruptos del panorama bancario, llevo al juez a sentirse como el héroe vengador de los estafados por Blesa con las preferentes, y convertirse así al "estupendismo". Silva que es sofrólogo, experto en psicología de la autorrealización y en psicoterapia transpersonal y meditación, debió de aplicarse estas terapias antes de dar este salto sin red jurídica. Pero lejos de amilanarse y henchido de "estupendidez" ha decidido dar otro salto, esta vez a la política de la mano del Movimiento Red, para lo que ha pedido la excedencia como juez, pero esta claro que no como “estupendo”.

6
Estupendísima magistrada Margarita Robles, es hija de abogado, con tan sólo 24 años ingresó en la carrera judicial como número uno de su promoción. Llego a la política con el PSOE siendo primero Subsecretaria de Justicia y posteriormente Secretaria de Estado de Interior. Pero con su intervención en el caso Garzón paso de ser una simple estrella judicial a ser jueza “estupenda”. Garzón la recuso por manifiesta animadversión contra él. Fue ella quien reactivo el asunto de la suspensión de Garzón en la comisión disciplinaria del Consejo. Margarita Robles, reclamó al secretariado de su asociación, Jueces para la Democracia, a la que también pertenece el “estupendo” Luciano Varela, un comunicado de apoyo al mismo por las críticas que éste había estado recibido por atribuir a Garzón un delito de prevaricación , castigado con inhabilitación de 12 a 20 años, por querer investigar los crímenes del franquismo. No obtuvo tal apoyo. Hay quien pretende que Varela fue el instrumento de venganza personal de Robles contra Garzón, por hacerla caer en el ridículo con el "caso Roldán" y los “papeles de Laos”. Se han puesto al descubierto sus desavenencias con otros miembros de su asociación, la progresista Jueces para la Democracia, que la acusan de buscar frecuentemente acuerdos con los conservadores para enchufar a sus “amigos” en cargos importantes.

7
Estupendísimo magistrado Francisco Pérez de los Cobos, este murciano de pro es miembro del Tribunal Constitucional y desde hace unos meses su presidente electo por unanimidad de sus compañeros. Pero he aquí que la instrucción del "caso Barcenas" a traído otro daño colateral, se ha sabido que este magistrado es militante del Partido Popular. ¿Que importancia tiene esto? Pues importa y bastante, ya que durante la presentación de su candidatura a la presidencia y en sus comparecencias ante el Senado oculto este hecho relevante, luego reconocido ante el pleno del Constitucional. Aunque sus compañeros, quizá por no quedar como bobos al desconocer el dato, defendieron en el pleno la inexistencia de incompatibilidad. Y es este el momento en que este juez deviene “estupendo” sin pasar por el estrellato. Su negativa a reconocer que pudiera haber incurrido en incompatibilidad manifiesta al ser militante de un partido incluso tras ser nombrado presidente del Constitucional y ante la petición de dimisión de tres asociaciones de jueces que entendían que la elección se produjo de manera ilegal y con claro desprestigio del cargo, la institución y la judicatura, su “estupenda” señoría opina que todo lo por el hecho a sido “legal y honesto”. Y todo ello a pesar de que el artículo 19 de la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional de forma abundante habla de las incompatibilidades para finalmente decir  “En lo demás, los miembros del Tribunal Constitucional tendrán las incompatibilidades propias de los miembros del Poder Judicial.” ¿Y que incompatibilidades son estas? los artículos 127 de la Constitución y 395 de la ley Orgánica del Poder Judicial prohíben a jueces y magistrados (en activo) pertenecer a partidos políticos o sindicatos. Será que esto no atañe a los “estupendos”.  

8 
Estupendísimo magistrado Enrique López, es hijo de un obrero de ENDESA en León. Magistrado de la Audiencia Nacional, se le han contabilizado 53 intervenciones como conferenciante para FAES, la fundación del PP que preside Aznar. Partidario de la cadena perpetua y contrario al matrimonio homosexual, rechaza la ley contra la violencia de género por que en su opinión “atenta contra el principio de igualdad”, fue vetado por el senado como candidato al Tribunal Constitucional aunque finalmente ha sido nombrado miembro de este Tribunal. “Estupendo” en dedicación plena, cuando no lleva la toga se pasea por los platos de la caverna mediática, opinando de lo divino y de lo humano sin sonrojo. De su preocupación por ofrecer una figura perfecta le viene el tic de colocarse el pelo y la corbata. Izquierda Unida lo recuso para que no volviera a resolver recursos del “caso de los papeles de Bárcenas”. Para apartarle definitivamente de la investigación, han planteado su recusación basándose en su "amistad manifiesta" con el PP y, de forma particular, con Federico Trillo. Pero su salto definitivo al estrellato de este “estupendo” fue con el caso Faisán, donde lejos de inhibirse a causa de sus intimas relaciones con el PP, admitió la personación de este partido en el caso. Como juez a visto como el Supremo ha corregido con severidad alguna de sus sentencias por apreciar error en la aplicación del delito y error en la aplicación de la pena.

9
Estupendísimo magistrado Carlos Lesmes, uno de los últimos en ascender al reino de los  “estupendos”. Este magistrado del Tribunal Supremo, de profundas convicciones religiosas como él mismo reconoce, ha sido elegido nuevo presidente del Consejo del Poder Judicial y del Tribunal Supremo de la forma habitual en la justicia, por "pasteleo" entre los partidos a través de los miembros del Consejo por ellos  propuestos y nombrados. Pero esta vez la cosa tiene alguna implicación negativa más. Durante su estancia en el Supremo, Lesmes apoyo el indulto de Gallardón al kamikaze que mato a una persona en la AP-7, defendido por el bufete del  hijo de esté, unos meses antes de su elección por el Ministro Gallardón como candidato al puesto. Pero lo más relevante es la apertura de diligencias por posible prevaricación por el Consejo del Poder Judicial, que se dirigió en dos ocasiones a la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo para requerirle información sobre los hechos expuestos en una denuncia formulada contra Lesmes, sin obtener contestación. El magistrado fue objeto de una querella criminal ante el Tribunal Supremo que se archivo en 2010, contra la que se presento en cuatro ocasiones escritos de queja por parte del querellante pidiendo la reapertura del caso al haberse encontrado un documento relevante. Solo obtuvo el silencio como contestación. Tras hacerse publico el caso, el Tribunal Supremo culpa de la falta a una Secretaria Judicial en cuanto a los escritos de queja y a nadie de su omisión de auxilio judicial en el caso de las diligencias por posible prevaricación del “estupendo” Lesmes.

10
Estupendísimo magistrado Fernando Grande-Marlaska, llega al estrellato  al poco de ingresar en la judicatura con el caso del asesinato de los Marqueses de Urquijo a manos de Rafael Escobedo. En 2006 llega a la Audiencia Nacional como sustituto de Garzón en el Juzgado Central de Instrucción numero 5. Pero es cuando es nombrado magistrado titular del Juzgado numero 3 y se enfrenta a la causa abierta por el accidente del Yak-42 donde murieron 62 militares,  cuando Marlaska se hace “estupendo”. Solo necesito 4 meses para decretar el archivo de la causa al atribuir a los pilotos ucranianos del avión el motivo del accidente, eximiendo al Ministerio de Defensa de toda culpa por contratar una chatarra volante y ahorrar así unos miles de euros. La Sección Cuarta de la Sala de lo Penal revocó por unanimidad el archivo, alegando que el juez no había practicado diligencia alguna e indefensión de las víctimas. Obligado a reabrir el sumario imputo por imprudencia grave a cinco altos mandos del ejército y eximio al Ministro de Defensa Federico Trillo de toda responsabilidad. Otras muestras de su condición de juez “estupendo” son la apertura de juicio oral por injurias a la corona contra  varios humoristas gráficos a los que declaró culpables de un delito de injurias al Príncipe Heredero, o el archivo de la causa abierta contra cuatro directivos de Air Madrid por presunta estafa.

11
Estupendísima magistrada Mercedes Carmen Alaya Rodríguez, ha tenido la suerte o la desgracia, de ver como a su Juzgado de Instrucción numero 6 de Sevilla le han correspondido la instrucción de tres casos de relevancia, la venta del Real Betis Balompié, el caso Mercasevilla y el de los EREs, estos dos últimos afectan al gobierno andaluz. Su estilo de trabajo y su estética la han convertido rápidamente en jueza estrella que tiene hasta un club de fans en las redes sociales. La "dama de hierro" de la justicia española se ha ganado este cariñoso apelativo por su altivez y comportamiento distante mas que por otra cosa. Pero fueron los "casos ERE y Mercasevilla" los que la han destapado como “estupenda”. Especialmente con los EREs fraudulentos la jueza Alaya ha rozado las mas altas cotas como jueza “estupenda”. Comenzó como “dama de hierro” para terminar como “jueza de porcelana” sin que parezca que el drástico cambio le haya disgustado, su inicial petición de respeto a su vida privada ha sido truncada por ella misma como muestra su decisión de celebrar su renovación del voto matrimonial, poniéndose voluntariamente bajo los focos del cotilleo sensacionalista, durante uno de los momentos mas mediáticos de sus decisiones judiciales. Poner fianzas astronómicas, evitar inculpar a ciertos posibles inculpables para no perder la instrucción al ser estos aforados, alargar toda la causa artificialmente como denuncian algunas de las partes, podrían dar cuenta de su condición de jueza “estupenda”.

12
Estupendísimo/a magistrado/a   ¿¿¿¿¿¿¿¿???????   (Aquí podéis poner a uno del amplio grupo de “estupendos” que piden a gritos su inclusión entre los sobresalientes. Lo dejo a vuestra elección.)








Fuentes: Wiki y web.