El eterno secretario general de UGT ha decidido abandonar la
nave. Candido Méndez, conocido coloquialmente dentro de la UGT como Topo-Gigio (el
ratoncito mofletudo que adquirió gran fama en los años 80) por sus similares
mofletes e incisivos desarrollados, deja la secretaria del sindicato con "sus deberes"
hechos: un sindicato sin credibilidad entre los trabajadores, arruinado económica
y moralmente, siervo de los poderes del estado gracias a su oculta financiación a través
de la impartición de cursos de formación sufragados por él. Invadido por la
podredumbre de la corrupción en Asturias, Andalucía, Madrid,…… Con sus cuadros
sindicales desmoralizados y/o acomodados en sus pequeñas “taifas”, convertidos en una especie de “ejercito de
Pancho Villa” solo preocupado por “lo suyo” y por mantenerse en sus carguitos y
liberaciones, sumisos ante los “jefes” del sindicato, y que saben que no han de
moverse si quieren salir en la foto y lo aceptan.
Afiliados que solo saben de su
sindicato a través, de los medios de información y por alguna que otra circular
loatoria sobre los supuestos “logros” de su sindicato, que apenas tienen relación
con sus secciones sindicales y los miembros del comité, que solo les visitan
durante la campaña electoral o cuando necesitan "alguna cosa" del afiliado. Trabajadores
que han visto como se les ha vendido en aras de un “dialogo” en una negociación
de amplias tragaderas, que ha permitido al empresariado y la Administración dar
forma a Convenios y Acuerdos a su medida, bajadas salariales continuas,
despidos masivos, horas extras “obligatorias”, sin límite y sin remuneraciòn en
muchos casos……
Se han impuesto condiciones de trabajo cuasi-esclavistas que
no han sido merecedoras de manifestaciones públicas, de convocatorias de paros
y huelgas, de proponer y plasmar planteamientos rupturistas con un empleador
dispuesto a cualquier cosa con tal de conseguir los “botines” que desea, arrancándoselos
sin miramientos a los trabajadores con cargo a sus derechos económicos y
sociales, ante la mirada alelada y confundida de los dirigentes sindicales de
UGT, incapaces de reacción alguna.
Se ha abandonado la calle a favor de la derecha
reaccionaria. UGT ha renunciado a las grandes convocatorias reivindicativas, reducidas
a un 1º de Mayo convertido en una mera conmemoración de mejores tiempos. Hemos visto
al clero, antiabortista y demás convolutos de la derecha petrificada tomar las
calles con arrogancia. Mientraslos los trabajadores les mirábamos no sin cierta envidia y nostalgia. Afortunadamente
esta situación fue revertida por la gente el 15M, sin la participación e
incluso, en algunos casos, con la oposición de cargos de UGT.
Y en estas estamos cuando el “compañero” Méndez decide
dejarlo. Cuando asumió la secretaria general de UGT, dejada por Nicolás Redondo
como reacción a su indignación personal por el escándalo PSV, tenia el mandato de
resolver este fiasco inmobiliario de UGT que se resolvió solo gracias al fallo
del Tribunal Supremo que en sentencia emitida en octubre de 2003 “exime al
sindicato del pago de las indemnizaciones que, en concepto de responsabilidad
civil, tenía que haber afrontado en favor de los cooperativistas perjudicados
por el escándalo de la promotora PSV.” Su trabajo por tanto no ha sido el
encomendado en un principio, su labor libremente decidida ha consistido en atar de pies y manos al
sindicato por la vía de la financiación sindical con los “beneficios”
obtenidos de la formación de los trabajadores, con fondos proporcionados por
la administración en su mayor parte, pero también por los propios trabajadores.
Probablemente a causa de este sistema de financiación dependiente de la Administración, su apuesta ha sido el pacto a toda costa, negociar lo
innegociable, buscar el mal menor para la organización, aunque fuera a cambio
de los derechos de los trabajadores. Por esto y otras muchísimas cosas que
seria demasiado largo enumerar para el espacio de este blog, Candido Méndez ha
sido el peor secretario general en la historia de UGT. Deja un sindicato
moribundo, infectado de corruptelas, que tiene muy difícil recuperar sus
posiciones de liderazgo en la defensa y mejora de las condiciones laborales de
los trabajadores de este país. Ahora se habla de “refundación”, es la palabra
de moda en la boca de las organizaciones políticas sumidas en la corrupción y
el abandono de sus principios fundacionales, y ha este burro quiere auparse la UGT como declaración de
intenciones de romper con los últimos 20 años de política sindical fallida. Veremos
que hay de cierto en ello, pero os he de decir que no tengo demasiadas
esperanzas de ver desprenderse de la mierda acumulada y rebrotar con fuerza a
mi sindicato.