El desempleo solo afecta a aquellos ciudadanos que no tienen trabajo.
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Mantened la calma parados. |
Recientemente el
31 ha sido protagonista de la realidad socio-laboral de este país. Las estadísticas de empleo hechas publicas a primeros del mes de septiembre nos han traído una reducción del desempleo de
treinta y una personas. La cifra a más de ser francamente pequeña y de escaso peso práctico en la actual situación, es solo eso una cifra,
tres decenas mas uno.
Yo que soy muy de mirar debajo de las alfombras y las sabanas, con el desagradable interés de hurgar entre la mierda escondida, decidí ver que se oculta detrás de esta cifra, al parecer mágica para el PP y sus medios si nos atenemos a sus triunfalistas declaraciones, comentarios, titulares y artículos de opinión.
Puede que nada se esconda, que todo este a la vista, que no haya nada más que eso,
31 parados menos. Sin embargo espoleada por la credulidad, mi cabeza me decía que nunca tan poco tubo tan gran significado en el jodido mercado laboral español.
Y sin más dilación me puse a destripar esos
31 trabajos. ¿Serán fijos o temporales? ¿A jornada completa? ¿Habrán sido para hombres o para mujeres? y si han sido para ambos ¿en que proporción? ¿Cual será la edad de los afortunados, jóvenes en busca de su primer empleo, mayores de 50 que intentan completar su vida laboral? ¿Cual es el sector que los ha creado? ¿En que lugares de la geografía del país se han dado estas contrataciones? ¿Conoceré sin saberlo a alguno de los felices agraciados?
Armado con esta preguntas y muchas otras más me puse a revolver la Internet con vigor, buscando aquí y allá respuestas a mis preguntas. Pero tras horas de paciente y contumaz exploración, se apodero de mi un tedio extraño, un bajón de pelotas, una dejadez perversa. Anido en mi cabeza la clarividente sensación de que lo verdaderamente importante no era las frías cifras estadísticas, sexo, edad, tipo de contrato, duración, etc., sino la realidad personal de los
31 heroicos perceptores de esta lotería laboral.
Cambie mis preguntas y búsquedas. ¿Cual es su nombre de pila? ¿Cuanto tiempo llevaban en paro? ¿Que ha supuesto este empleo en su vida? ¿Son ahora más felices? ¿Que opina su familia? ¿Sus padres, hermanos, hijos o nietos buscan trabajo o lo tienen? ¿Como contemplan su futuro? ¿Tienen nuevos planes ahora que disponen de una fuente de ingresos? ¿Han sufrido mucho hasta este momento? y un larguísimo etc.
A los diez minutos del cambio de estrategia, comencé a darme cuenta de lo difícil de mi tarea. Vivimos en un mundo altamente tecnificado, extensamente cableado, intensamente interconectado, donde la información se genera y circula a gran velocidad, sin embargo todo se resume en una fría información compuesta de datos técnicos, estadísticos, científicos…., y prácticamente nada de las consecuencias vitales de estos en las personas. Lo único que obtiene relevancia son las vidas de famosetes, personajes del show business y lideres sociales y políticos. Cientos de páginas hablando de "protagonistas" del estilo "Salvame-Salvame de Lux", foros y chat despotricando o defendiendo al protagonista del último affaire "rosa" que ha sido trending topic en twiter. Nada de esos
treinta y un ocupados.
Pero yo soy como esos malos periodistas que no dejan que la realidad les estropee la noticia y en un arrebato decidí seguir adelante seguro de que alguien los conocía, que tenia que encontrarles y descubrir sus peripecias vitales, y me puse ha ello con redoblados ánimos, y esto es lo que creo saber, el resultado de mi introspección sobre esos ....